El abc del triage

Este sistema es una herramienta utilizada para clasificar y dar prioridad a los pacientes que consultan a un servicio de urgencias, se basa en el riesgo identificado en cada uno de sus síntomas.

En el Área Metropolitana, por ley, cada institución debe contar con un sistema de clasificación (triage) de cinco niveles, su objetivo es brindar la mejor atención a las personas que allí consultan y reducir al máximo el riesgo de que presenten un desenlace adverso.

En nuestro Hospital el triage lo realiza el personal de enfermería profesional, en ocasiones apoyados por los médicos de urgencias. Se utiliza el sistema ESI, Índice de Severidad de Emergencias, compuesto por cinco niveles.

De esa manera se asigna un número representado por un color en el tablero de pacientes, cada uno expresando un tiempo específico de espera.

Es así como un paciente triage 1 o color rojo, ingresa inmediatamente al servicio de urgencias dado el alto riesgo que compromete su vida. Un triage 3 o amarillo ingresa para atención, pero su condición permite un tiempo más largo de espera para su ingreso. Finalmente, un triage 5 o color blanco puede ser direccionado a atención por consulta externa, pues no hay una condición de emergencia identificada.

Buscando soluciones El afán de clasificar a los pacientes que consultan al servicio de urgencias para priorizar su atención surge de las consultas masivas de personas que tratan de agilizar procesos al realizarse exámenes y tratamientos por urgencias que, en ocasiones, se dificultan ambulatoriamente. Este es un hecho reconocido a nivel mundial, donde la mayoría de la literatura menciona los retrasos en la atención médica.
Con base en esta situación han surgido varias estrategias para la atención de todo tipo de pacientes y agilización de procesos.

Un ejemplo de esto son las salas fasttrack y supertrack, donde ingresan pacientes clasificados como triage 3, 4 y 5, con condiciones no emergentes, pero que sí requieren ser resueltas en las próximas horas para evitar complicaciones. Estas salas consumen pocos recursos y no congestionan áreas de atención de pacientes críticos.

Otra estrategia es la creación de un sistema de asignación de citas prioritarias desde cada servicio de urgencias para pacientes sin condición urgente. Estas se asignan en cada IPS de acuerdo con el asegurador del paciente, agilizando procesos y garantizando que todos tengan una revisión oportuna en las próximas horas.

Teniendo en cuenta lo anterior, es fundamental que las visitas al servicio de urgencias sean por condiciones que, realmente, lo ameriten. Por eso, es importante identificar situaciones que puedan ser resueltas a través de consulta externa, permitiendo así que los pacientes que realmente requieran un ingreso urgente, lo hagan en el menor tiempo posible.